Anita Isla, pedagoga.
«¿Qué prácticas podemos desarrollar para salvar a los niños de su carencia de contacto con la naturaleza?
La bioecosofía: el encuentro entre la vida, el entorno y la sabiduría». En este vídeo, la pedagoga Anita Isla expone su defensa de la naturaleza como espacio al que deberían regresar los niños, para permitir su correcto desarrollo y, al mismo tiempo, proteger al planeta de la falta de conciencia medioambiental. La «bioecosofía» y la «pedagogía de emergencia» son dos de las áreas de conocimiento donde Anita Isla ha desarrollado su trabajo. La “pedagogía de emergencia”, creada en 2006 por los Amigos de la Pedagogía Waldorf (Freunder der Erziehungskunst) de Alemania, consiste en un soporte psicosocial de primeros auxilios para niños y jóvenes que viven experiencias traumáticas.
En el año 2010, esta educadora y experta en pedagogía Waldorf fue una de las pioneras en aplicar la pedagogía de emergencia en Chile, a raíz de la catástrofe natural provocada por un terremoto y posterior tsunami. Desde entonces, Anita Isla continúa su trabajo como educadora y formadora de profesores, que han desarrollado la pedagogía de emergencia en más de 26 países. “A través del arte, del movimiento, del tacto, a través de los juegos rítmicos, de cantos y, sobre todo, a través de cuentos podemos ayudar a superar un trauma”, describe la investigadora.
En su blog de divulgación detalla metodologías como el juego libre, el poder terapéutico de los cuentos, el derecho al aburrimiento y la “bioecosofía”. “Debemos devolver a los niños a la naturaleza, al bosque, a los cerros, porque ellos son el futuro. Debemos salvar a los niños del déficit de naturaleza que les provoca ecofobia, miedo al entorno natural. En los colegios, la ecología y el eslogan ‘Salvemos el planeta’ ya no nos sirve.
Necesitamos que los educadores se transformen en agentes que promuevan todas estas prácticas para, de verdad, devolverle a la infancia todo esto que ha perdido”, concluye. #AprendemosJuntos